sábado, 7 de julio de 2012


YO TENGO ESE ALMA DE NIÑA

Yo tengo ese alma de niña,
involuntaria,
impertinente,
irritante,
quejumbrosa,
que sale entre llamaradas,
ciudades grises y viejas canciones en la noche.


Yo tengo ese alma de niña,
con la punción del dolor al límite
con la grieta abierta,
donde se cuelan las manos de cualquiera,
por donde agrego a mi piel una dosis de malestar y angustia,
un disparo a bocajarro,
un suicidio.


Yo tengo ese alma de niña,
recurrente,
alertante,
asfixiante,
sola,
clavando dedos al sol,
despertando solo para colocarlo todo.


Yo tengo ese alma de niña,
que no quiero,
que no es mía,
que no ha crecido conmigo,
que no lleva años tratando de verse la cintura,
hablando con el insomnio a través de los cristales,
taponando ese olor defectuoso que sale por los poros,
con miles de perfumes caros.


Yo tengo ese alma de niña,
desvalida,
policromada,
tejida,
enredada,
y creo que no grité,
que desde entonces ya no digo nada,
y nada se contempla entre tanto frío.


Yo tengo ese alma de niña,
que tú eres,
pero que grita sucesivamente
para poder vivir en algún lugar donde pueda quedarse.


Y tú ves que se va,
porque el mar no está cerca,
no hay aguas que enreden su pelo en una pausa deliciosa,
las casas están lejos,
la arena es negra y húmeda
y los besos no llegan al fondo.


Yo soy esa alma de niña,
vencida,
de color negro,
rajada de arriba abajo,
con los pensamientos debajo de la piel
y la piel colgada a hilos,
con canas,
miles de pelos blancos que no caen,
que su vida es concreta y quieta,
y no hay que moverse. Quieta, silencio.


Ese alma de niña,
me arropa,
me sucumbe,
me asfixia,
me tira por la ventana,
clava alfileres en mis dedos,
transforma el sonido del papel dejándolo mojado,
suda,
me pernocta,
me obnubila,
y solo la veo a ella.


Su imagen es una sola,
y ahora revienta por todos los años de oscuridad.
Qué edad tienes, alma de niña?.

jueves, 5 de abril de 2012

No me llamas
no te llamo,
somos pasajes inciertos,
el número primo del recuerdo,
la nostalgia.

¿Cúanto espacio puede caber entre dos cuerpos?
la densidad me aturde,
mi sentir me electrocuta
y ya no salen caricias.

¿Cúanto soy capaz de soportar, de retener en mi centro infantil,
donde no me encuentran el padre, la madre, mi casa?.

Y si grito,
me grito tantas veces
que me quedo sorda y no respiro.

Y si me callo,
la boca me duele y me salen canas,
y el resto del pelo se caae.

Y es que siento todo y me agrieto,
se corta mi piel de frío
y vuelvo al dolor de respirar.

Siempre me han llamado loca,
me han sentido loca,
me han sustituido por otra.

La loca-la loca enferma,
la enferma loca-la pobre,
la pobre-la hija,
la hija-la madre.

Una cadena mitológica de mujeres
que nos hacen locas,
porque la locura es la forma de enfermar ante lo defectuoso
y sin tallaje,
a lo bordado en nuestra piel sin hilos y a bocados,
a nuestro sello efímero pero con palabras.

jueves, 13 de mayo de 2010


A LA VELOCIDAD DEL TREN


Todo es vacío en tu cabeza,
cada esquina se pulveriza y se consuelan tus ojos con el mar.

Puedes sentir la tristeza tan profunda como una espina,
sabes llorar y sin embargo te embriagas de nada.

Todo el cuerpo en silencio,
te dices a tí mismo cuanto de tí desconoces
pero para que saber nada más.

Una voz,
calma la no sensación de sentir o pensar
algo que te alborota.

Puedes llegar a estremecerte en un extenso laberinto
y desaparecer.

Desfilas en el borde de un deseo inclasificable,
te conviertes en un ser distinto hasta la exageración
y brotas en el abismo.

Te incomodan
lo cerca o lejos que están las cosas,
el olor de la piel,
el sonido de la voz que te piensa y sabe de tí,
el tacto de unas manos que te clavan tus pedazos en el corazón.

Sobre un lienzo se ha callado un pájaro,
sobre cualquier mundo
has borrado tu cara y te has lavado las manos.

Y cuanto tiempo habrá que esperar
hasta que puedas abrir los ojos....


Fotografía del Escultor Rodín ("Museo Rodín" de París)

miércoles, 28 de abril de 2010


AL MAGO

Todo es circular
y nada me recuerda al aire.

Me miro desnuda en tus ojos que se marchan
y te equivocas.

Se rompe el espejo por donde no pasa el sol,
una palabra se cristaliza y dejas de mirarte.

Mientras tanto, todo se destruye.


jueves, 22 de abril de 2010


TAN DESNUDA... Y A APENAS SIN PÁLPITO

Quién te ha dicho que no grites con la boca abierta?
quién te ha dicho donde está la dirección de tus alientos?
quién te ha dicho que la alteridad de tu escucha está solo en tu conciencia?
quién te ha dicho que te seques los ojos y dejes de llorar?
Hay algo que se queda en la sombra y no lo encuentras.
El vestido se ha caído de tu cuerpo para regalárselo al sol
mientras puedas mirarlo.


EL DESGARRO DE MI ROSTRO

Tanta vida me asfixia y deja de doler.
En algún lugar de lo que soy, no hay latido, solo superficie.
Porque no quiero creer que todo se queda colgado en el corazón
y cada uno tiene una estrategia para caer,
porque no quiero creer que lo que nace es lo que es,
porque nada permanece y nos deja estancados en el fracaso.

Se oscurecen mis ojos cuando no puedo mirar más adentro,
cuando tiro al mar mi gratuidad, y pierdo mis zapatos para andar descalza,
cuando quiero sentarme en tus rodillas y apenas encuentro tu soledad
cuando un beso cesa en la fiebre del decir algo que no sale
cuando dejamos de creer en un instante que lo arrebata todo.

Solo un silencio podría devolverme
la falta de silencios que me sobran.
Y es ahí, donde puedo callarme y sentir algo más que aire.