jueves, 26 de febrero de 2009


CARTA DEDICADA A PABLO NERUDA

Estimado Sr. Neruda:

Sin duda, es un placer comunicarme con usted a a través de esta carta, y hacerle llegar todo lo significa para mí la poesía, y el efecto que producen sus letras en toda su definición, mientras me desenvuelvo en la maraña de palabras tropezadas entre renglones.

Conocí sus lecturas hace ya unos años, mientras cursaba el último año de enseñanza superior. Anteriormente mi interés hacia la poesía era escaso. En este momento, pensaba que la poesía era igual que el resto de materias que cursaba, tan solo consistía en aprender, subrayar, memorizar, algo así como darle a todo un sentido. Posiblemente por ese motivo, no puede apreciar la maravilla de sus versos en ese instante, es cierto que todo cambió unos años más tarde.

Conocí la poesía, y la transformación que produjo en mí a los 26 años. Supongo que una parte de mí necesitaba un hueco para no pensar, para dejar fluir sentimientos inexplorados, para desnudar lo que hasta entonces estaba quieto entre las sombras de mi cuerpo. Escribir es el placer de entregarme a mi misma lo que desee, es lanzarme sobre las aguas hasta ahogarme en las profundidades de mi desvanecimiento constante, de divagar en los huecos astringentes de lo palpable hasta desenmarañar hebra a hebra cualquier borde que tapone mi ceguera. Es tan bello, moverse en direcciones contradictorias hacia un extremo u otro, liberándose de paréntesis de locura, abriendo las alas hacia un movimiento rotatorio, que desgrana tu piel en moléculas de oxígeno que vitalizan tu mente, y cambian el rumbo de todo tu mundo. Tal vez, se trate de todo un juego de palabras, cruzándolas, estirándolas, cambiándolas de principio a fin de escenarios, convirtiéndolas en marionetas de manos astutas, hasta dejarlas parar, para volver a empezar de nuevo. Escribir me extasía por completo, es el placer de mover la boca hacia una mueca colorista, de llorar, enloquecer, vibrar, girar sobre mi misma, ensayar mi propia muerte, pintar mi cara con el color de todo un mundo. Sin duda, encuentro el sentido de los puntos del silencio, en algo más que palabras, se destruyen los muros encerrados, en esferas de luz con sus hebras dispuestas en mi mano, y una paleta de colores, distribuida por mi piel, para pintar mi propio retrato.
A través de la poesía puedo sentirme, sin espejos, sin armas apuntándome a la cara hasta matarme, porque todos mis esquinas se han llenado de palabras que me acogen sin nombrarme, me asfixian de luces envolventes de plenitud, y abro los ojos a cualquier hora porque cualquier día es distinto. Supongo que todos los escritores, tienen tanto huecos, tanto espacios vacíos, tantas luces disipadas por semáforos en rojo, que tal vez yo sea uno de ellos. Siento que soy capaz de amar, porque la poesía me devuelve todo mi sentir sobre las cosas, mi sexualidad mediante señales orgásmicas que me hacen saber que tengo cuerpo, me devuelve mi cara amable, y desnuda cada poro de mi ser que se ha quedado oculto. Pero a veces, odio la poesía, tal vez porque supone mi transformación de sueños en realidades absolutas, y a veces solo quiero morir en silencio, pero mis letras me devuelven de nuevo la pluma entre mis manos como regalo para levantarme en la oscuridad y atropellarme solo con mi boca, con mi cuerpo revolcado en el placer de un nuevo amanecer ante mis ojos.
Tengo que agradecerle a usted, y a todos los poetas, la posesión en el tiempo de todo un signo, la verbalización de la trascendencia del ser, en algo más que hechos. Se circunda todo un mundo mientras otros se han quedado detrás de las señales.
Seguiré leyendo poesía, escribiendo todo aquello que me incite a enloquecer o a morir, a reír o a llorar, a levantarme o a moverme desnuda, porque todo lo demás son agujas que se caen, y mi hora ya ha llegado.
No me despido de usted sin antes dedicarle mis propias palabras. Gracias por ser poeta.

Titulo: “Insuficiente”
Epígrafe: “A los que como yo tienen varios modos de morir y cualquiera es
suficiente para encontrarse"


Morir,
inclinarse en mediodías desnudos,
con la cabellera vestibular entre las ingles,
y en la frente tu sello de voz.
Vivir,
mientras los hilos de la voz aguanten
cuando tu cara no tape tu otra cara,
cuando tus pies se adelgacen en un símbolo del mundo
y todo lo demás se quede quieto.
Mientras tanto, nos suicidamos,
con los ojos,
con las manos,
entre paneles luminosos de hielo.
Mientras tanto,
una lágrima se convierte en un epílogo inclasificable,
y tu voz es el advenimiento del punto donde empieza todo.

Le saluda atentamente

Teresa Sanz

"Por primera vez siento que me encuento en algún sitio, y es ahí donde me hallo, en mis palabras"

domingo, 22 de febrero de 2009


HILOS DE VOZ

El tiempo se ha llevado mis silencios
los ojos tatuados en mi piel
han llevado mi mirada hacia la muerte
la pared con sus figuras
me mira desde lejos,
y ahora me suelta entre vocablos de grito.

Mueren los silencios
entre ingravideces
mueren las voces
en desesperaciones de tiempo.

Hallo lo invisible en una mano
aquellada atrapada mientras el mundo llora
ahora suicidemos nuestros labios a la vez,
mientras el mundo gira
todo lo demás se queda quieto.

Ya no hay tiempo
ha muerto la palabra
tu voz desaparece
mientras todo calla.

Y ahora
tiembla la voz
y tu sombra
no es más que mi desvanecimiento.

viernes, 20 de febrero de 2009


INTERVALOS

Tu piel
muere de frío,
lenta,
grácil figura
desalentecida por las píldoras de la obviedad.

Es el grito,
el colmo de los astros entre pinceles,
se van congelando tus alas
y tus pies
se reclinan frente al recluso punto en el que habito.

La pluma serena
frente al congelado vidrio de los labios muertos,
crónico tu rostro
y tu voz
se muere despacio.


BOCA ABAJO

Caer por la ventana,
miles de cristales repartiéndose entre huesos,
manos dormidas
entre escombros de hambre.

El silencio del viento
con sus manos grandes,
el ojo invisible ascendiendo los cuerpos
en simétricos cristales de la noche.

El día se ha callado,
se ha poblado la palabra
con el secreto del naufragio.


CONTRADICCIÓN


Tal vez si o tal vez no
¿somos esferas de mármol?
¿somos cuadrantes de sol?
¿somos líneas de sangre?

Nos envolvemos entre direcciones locas
afirmativas
negativas
negras o rojas
iguales
distintas
sin comienzo
sin final.

Somos dramaturgos del tiempo
con prolongaciones de arterias
que entumecen nuestro grado de cordura.

Giramos
dejamos de girar
giramos
dejamos de girar
y en el fondo
el rostro ya no se mueve.

miércoles, 18 de febrero de 2009


EL OJO

El ojo que me ve,
se mueve en un giro constante,
desconectado de la cara,
ascendiendo en vertical,
quedándose quieto en la posición de la fatiga.

El ojo que me separa del mundo,
titubeante en el movimiento giratorio
sin marcas ni espacios descubiertos.

El ojo que se mueve quieto en la penumbra
recorre la fragilidad de una marca
registrada en la memoria.





Ese ojo,
que se cae rodando en un frase,
muriendo al perderse
en un giro inesperado de locura.

Muere un ojo,
después otro,
mueren los dos ojos,
muere la ira,
el cansancio de las manos inconclusas,
la paradoja de los ojos de la misma cara.



NUBES SONÁMBULAS

Inexorables manos
alargadas hasta cruzarse
y caer al vacío de no ser miembro.

Mutilantes pies
que se quiebran
al andar sin dedos.

Atropelladas bocas
tropezando hasta callarse.



Flagelados ojos
que se estiran hasta caerse
en el breve nido de la muerte.

Compungidos cuerpos
y desaparecidas espaldas
que revierten en la estrechez
de las cinturas.

Flotantes muñecas,
que se giran de costado
dándose la vuelta
hasta extinguirse.

Muere todo aquello que es cuerpo
mueres tú,
muere una duda en la pérdida del miedo,
muere el miedo al verte,
viéndote no hay nada que callar,
porque las palabras se estiran hasta abrazarte con sus hilos,
y al vencer,
descansas
de no haber sido
solo tú.

SEGUNDOS

Una mano grande
que me atrapa,
que se acerca zigzagueante a mi rostro helado.

Caen gotas de mis ojos,
se aploma mi cabeza,
pierdo mis manos en diciembre
y tú, me miras.
¿Puedes verme?
o ¿ves el espejismo de mi cara?



sábado, 14 de febrero de 2009

PERSONA

Tu piel
el surco simbiótico de los pliegues ciegos de la voz.

Tu boca
la membrana parpadeante frente al ciclón
de la palabra necia.

Tu mano
la escama disuelta en la permanencia de mi rostro

abstraído,
difuminado entre la escarcha,
moviéndose lento,
hacia atrás,
huracanado viento que levanta mis adioses.

Tus pies
aquellos perdidos mientras caes
ingrávido,
torcido,
místico zapato
alucinógeno de espuma.

Tu cintura
enclavada en la tibieza de mi cuerpo,
paralelogramo de la condensación de mis arterias,
aquellas marmoleadas por el ciclo del tiempo.

Cae la primavera en tu mano somnífera
el atisbo de luz desbaratado
en el hueco frágil de la luna,
la costra perseguidora de las noches
mientras la nada en mi ojo
ciega tu párpado.

Eres invierno
y mis manos se desnudan en tu piel
eres diciembre
y la última letra de mi nombre
se cae frente a tu boca.

Múdate a mi mes
y mientras tanto yo te espero entre la nieve.



"Dedicado a las miradas que sustituyen mi oscuridad por un encuentro".
"Hay vacíos que nunca pueden llenarse...pero a veces, las cosas pueden ser distintas"

AVES NOCTURNAS

Las plumas secas
de los ojos muertos
desprendidos entre adioses.

El pensamiento nocturno
detrás de tu frente
acercando tu memoria
a las paredes mudas del insomnio.

Tu gesto,
lascivo,
endiosado y purulento,
red de miradas
sosteniéndose en el subsuelo predilecto
de las almas.

Se cae una parte de tí,
mientras tus ojos
borran el mundo.


LATITUDES

Sospecho que me esperas
en el borde de tu boca
donde vacías la garganta
y el espectro de tu cuerpo
me desbarata.

Enlaces de lenguas
pretéritos hilos
mecidos en la pared del sueño.

La habitación,
retorciendo las manos cóncavas,
los pies girados,
los ojos ciegos,
el corazón en su orificio de suelo.

Cae la noche
en tus ojos estériles
y mi sombra
se muere sin aire.