domingo, 27 de septiembre de 2009


MIENTRAS DURA LA ESCENA

Siento que el mundo es una esfera
figura cuadricular repleta de frío
con bordes metálicos e incombustibles.

Deseo matar el tiempo con mis tijeras,
clavarlas en el segundero de la soledad
y elevarlas hasta tocar el aire negro.

Me asfixio,
aprieto las manos hasta estrangularme,
me dejo caer
hasta perder los dedos.

Todo es metal,
sordidez cerebral que se astrigue hasta la médula.

Penumbra,
redondez visceral que me devora,
silencio voraz que se eleva en la caja que me lleva.

Cada parte sin resolver,
revela un sin sentido catódico,
que conecta los cables de la nostalgia
y enreda la oscuridad en un aplauso.


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